El fin último del viaje es disfrutar. Cuando viajamos buscamos ver nuevos lugares y gente, descubrir nuevas formas de vivir y entender la vida, anhelamos quedarnos maravillados y ansiamos capturar todo lo que el mundo tiene para nosotros. Esta posibilidad despierta no solo un innato instinto de conocer si no también despierta sentimientos y emociones dentro de nosotros que a menudo están adormecidos en nuestro día a día.
Barcelona, un poco de historia
Guía privado en Barcelona
Barcelona fue fundada por los romanos, por el emperador Augusto en concreto, hace unos 2000 años. Los romanos, gente lista, eligieron un lugar muy conveniente para el tipo de vida de entonces: una llanura fértil entre dos ríos y enfrente del mar, así que podían vivir de la agricultura y de la pesca, también varios riachuelos, que nacían en una pequeña cordillera frente al mar, proporcionaban agua en abundancia, y a través de un viaducto era introducida en la ciudad. Un lugar perfecto para el tipo de vida de entonces que para una inmensa mayoría consistía solo en subsistir.
Hoy en día Barcelona, y gran parte del mundo tiene un tipo de sociedad y de economía diferente, ya no vivimos sólo para subsistir, si no que queremos sacar el máximo provecho a nuestra vida. En este caso la localización de Barcelona es también perfecta:
Cerca de Barcelona está una de las zonas costeras más bonita de España, la Costa Brava, Barcelona misma tiene unas playas más que aceptables que residentes y visitantes aprovechan intensamente durante la mitad del año, no lejos de Barcelona también tenemos la cordillera más alta de España, los Pirineos, con muchas pistas de esquí, donde la gente de Barcelona, de Cataluña y de toda España va a esquiar en los meses de invierno.
Barcelona no era una ciudad importante en la época romana, de hecho una de las dos capitales de España en esa época estaba a 100 kilometros al sur de Barcelona, Tarragona (Tarraco en latín). Para los interesados en la cultura Romana ese es el lugar a visitar, sin embargo en Barcelona también tenemos algunos restos romanos, de hecho, además de las Murallas Romanas y de las Columnas Romanas, en el subsuelo del Barrio Gótico encontramos la ciudad romana, uno de los mayores trabajos arquelógicos de Europa, donde se puede entender muy bien cómo era la vida en aquellos tiempos.
A pesar de esta larga introducción sobre la época romana, esa no fue una época sobresaliente en la historia de la ciudad. El primer período estelar en la historia de Barcelona fue la Edad Media, siglos XIII, XIV y XV especialmente. Fue una ciudad rica y poderosa, una ciudad-estado que luchaba con otras potentes ciudades italianas para tener el control marítimo del Mediterráneo, en su punto álgido todas las islas del Mediterráneo, gran parte de Italia, sur de Francia y parte de Grecia estaban bajo el dominio de la Corona de Aragón, cuyo principal puerto era Barcelona. De ese período, y con la ayuda y explicaciones de un guía oficial podemos visitar una de las principales atracciones de la ciudad: El Barrio Gótico, con la Catedral, la Plaza del Rey, palacios góticos, Santa María del Mar y Santa María del Pi, plaza de Sant Jaume, centro político de Cataluña, con el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat, el barrio judío, la plaza de Sant Felip Neri, etc.
Al principio del siglo XVIII Barcelona y Cataluña fueron dominadas por el poder militar de Felipe V, las instituciones, lengua y formas de organización fueron abolidas, pero con el paso del tiempo y dedicada a aquello que se le daba mejor, el comercio, Barcelona, a través de la Revolución Industrial y su movimiento artístico, “el modernismo”, llegó a otro momento de esplendor en su historia, finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Esa época dio lugar a otra de las principales atracciones de la ciudad, la arquitectura modernista: Casas de Gaudí en el Paseo de Gracia, Parque Güell, más de 200 casas modernistas en el Ensanche, y sobre todo la Sagrada Familia con Gaudí como figura universlamente reconocida.
En tiempos más recientes las Olimpíadas de 1992 revivieron la ciudad. Después de un período oscuro de dictadura y al poco tiempo de nuestra entrada en Europa todas las ciudades de España se fueron embelleciendo y sacaron a relucir todo su Patrimonio, en el caso de Barcelona, no sólo eso, si no que además pudo organizar los juegos olímpicos de 1992. Eso supuso un hito en la historia de la ciudad, fue un año de entusiasmo, transformaciones e inversiones que, sin olvidarse de su patrimonio histórico, creó la ciudad moderna y cosmopolita que disfrutamos ahora. Podemos considerar que las transformaciones que se realizaron en Montjuic con el Anillo Olímpico y en la fachada marítima, constituyen el tercer principal atractivo de Barcelona.
Con las explicaciones de Gregorio, guía oficial de Cataluña, podemos seguir el rastro de esas épocas, contemplando y admirando lo que las gentes de entonces nos dejaron como legado.